viernes, 9 de octubre de 2020

JEFES ESCLAVISTAS

 


Con cada día que pasa se pone en evidencia a más de un empresario que con frases de cajón quiere justificar y romantizar el maltrato y la explotación laboral a sus colaboradores, pretendiendo que estos asuman las consecuencias negativas que puedan presentarse y que no siendo esto suficiente la asuman desde una entrega desinteresada.

Mientras que el diccionario define Jefe como:

El jefe es la cabeza de una organización. Se trata de una persona que se encuentra en el puesto superior de una jerarquía y que tiene las facultades necesarias para mandar a sus subordinados.[i]

Muy pocos empleados pueden atribuirle verdaderas cualidades de liderazgo a los suyos y más bien los definen como “la persona que da las ordenes”

Para Juan Carlos Cubeiro, director de la consultora Eurotalent, especializada en desarrollo estratégico y directivo, "la ignorancia que atesoran estos líderes suele provocar comportamientos tiránicos, que intoxican el ambiente laboral de las empresas".[ii]

La esclavitud moderna, es esa que hace que los empleadores y jefes estén convencidos de que sus empleados y colaboradores les deben algo más allá de lo pactado en sus contratos, que les deben amor, pleitesía o que deben agradecer que les paguen su salario, como si este fuera un favor y no una contraprestación en la relación laboral.

Es muy iluso creer que la gente debe agradecer los malos tratos, porque quien te los proporciona es la persona que firma la nómina; esto bajo ninguna circunstancia debería ser aceptado como una situación laboral ideal.

Hay principios éticos y sociales que en las relaciones laborales deben estar presentes, así como el cabal cumplimiento de obligaciones, el respeto, la lealtad, el compromiso, sin que este se traduzca en horas extras no reconocidas o en adoración a los jefes.

No se debe ceder a la presión de expresiones como “hay que ponerse la camiseta” de un jefe y una empresa que no respeta, que no valora, que no tiene en cuenta la dimensión humana del empleado, pues este no solo se limita a ser un trabajador, anulándole la posibilidad de tener calidad en su vida familiar, un pasatiempo, de crecer académicamente, dimensiones que no deben significar un impedimento para desarrollarse en un trabajo, que son un complemento, que son parte de un todo; pero tampoco deben ser suprimidos por un trabajo.

Nadie debería aplazar citas médicas importantes, o faltar a un evento importante de los hijos, por temor a las represalias de solicitar un permiso, que deberían ser otorgados solo con cumplir los requisitos propios de cada uno.

Cada área de la vida requiere esfuerzo, dedicación, tiempo; necesitamos desarrollarnos en diferentes aspectos, para balancear, para que todo encuentre un equilibrio y varias de nuestras metas puedan ser realizables, sin que sea un jefe esclavista, un impedimento para eso.

Porque no es el trabajo, no son las responsabilidades, no es la cantidad de esfuerzo, ni de empeño; son los malos ambientes laborales, son los malos jefes, los que aumentan el estrés, generan ambientes laborales insoportables, aprovechándose en muchas ocasiones de la necesidad del ingreso económico que ese trabajo le provee al empleado.

“Trabajar para un mando que carece de las cualidades necesarias para manejar personal provoca frustración, daña la salud y frena el crecimiento profesional, precisa un informe de la bolsa de trabajo OCCMundial.com sobre liderazgo y equipos poco productivos”[iii]

Hay jefes que creen que les debes amor, todo tu tiempo, obediencia y sumisión, porque no han superado la mentalidad esclavista, esa que les hace creer que pueden sentarte en su oficina a decirte lo que debes o no hacer con tu vida personal y privada, esa que poco o nada tiene que ver con tu desempeño laboral.

Esos que están convencidos de que pueden imponerte su religión, su moral o visión del mundo, porque sí, porque creen que deben moldearte a su imagen y semejanza; con premios si la acatas y con castigos si haces caso omiso a ellas, porque para tener siempre un lugar a su lado, es fundamental que reniegues de tu esencia y dignidad.

Esos que son irascibles, que pierden la paciencia, que no son estrategas, ni capaces de dirigir su propio negocio, por sus propias carencias y culpan a los empleados de lo que ellos no saben enseñar, pedir o hacer.

Los trabajadores a las órdenes de líderes más inteligentes emocionalmente son más efectivos y gozan de mejor salud que los que tienen jefes "mediocres" que, además de estrés laboral, pueden aumentar el riesgo de que sus empleados padezcan hipertensión o un ataque al corazón.[iv]

La esclavitud laboral moderna, no se trata de que no te exijan metas, que no debas cumplir con aquello para lo que se te contrato, no desconoce que hay jornadas extensas o imprevistos, porque el jefe esclavista, cree que la gente no quiere sacrificarse por él y justifica su explotación en que sus colaboradores son flojos o inútiles; estos jefes esclavistas creen que pueden exigir sin dar y que cualquier muestra de empatía y humanidad, lo traducirían los demás en debilidad; que reconocer los derechos de los trabajadores es hacerles un favor, como si estos no fueran seres humanos dignos de respeto y consideración.

Hay malos jefes, pero dentro de los peores, están los jefes esclavistas, los que acomodan las cosas a su beneficio, sin tener en cuenta a sus empleados; los que esperan respeto, mientras continuamente irrespetan a sus empleados.

Los que se creen reyes y tratan a sus empleados como súbditos, como personas incapaces, como seres de su propiedad, a los que pueden exigirles en demasía y que deberían hacerles reverencias.

Los que no saben para donde van y culpan a sus empleados por no seguir el curso. Los que improvisan sus decisiones, basándose en sus emociones momentáneas.

Los que escuchan a los que son como el, pero descartan a quienes proponen cambios; los que tachan de sinvergüenzas o problemáticos a quienes exigen el cumplimiento de sus derechos como derechos y no como favores, porque no lo son.

La verdad es que es muy triste que las empresas no se den cuenta de esta clase de acciones y permiten que sus mejores empleados se vayan, o en otros casos los malos jefes cambian a los buenos empleados cualificados en personas que les da todo igual, es decir no aportan más de lo que se les pide, porque esta persona debilita cualquier intento[v]

Y logran totalmente lo opuesto a lo que pretenden, pues los jefes esclavistas no logran conectar con su equipo de trabajo, ni generar sentido de pertenencia, pues les hace sentir que no pertenecen.

Tampoco avanzan en la consecución de metas más altas o mejores resultados, que es lo que supuestamente pretenden con su forma de liderazgo.

De hecho, la falta de una buena cabeza del negocio está muy estrechamente relacionada con un negocio mal gestionado e incluso puede llevar a la ruina al negocio o empresa. Contar con un excelente líder, con una buena autoridad es clave para la productividad en la empresa.[vi]

Un buen jefe es fundamental para el crecimiento de cualquier empresa y el buen ambiente laboral es indispensable para el óptimo desarrollo de las capacidades del personal que en ella laboral, y esto se traduce en mejores resultados y mayores probabilidades de éxito.  

 

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[i] Definicion.De https://definicion.de/jefe/

[ii] Borja, V. Algunos jefes son muy malos para la salud; https://elpais.com/diario/2007/01/14/negocio/1168786054_850215.html

[iii] Un mal jefe daña tu productividad https://expansion.mx/mi-carrera/2013/10/08/cae-50-la-productividad-con-un-mal-jefe

[iv] 5 claves de la inteligencia emocional para ser jefe; https://www.entrepreneur.com/article/262098

[v] Cuando un jefe daña a los empleados; https://creditoagil.com/malos-jefes/

[vi] Liderazgo y productividad; https://www.gestion.org/liderazgo-y-productividad/

 


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