viernes, 11 de noviembre de 2022

TRABAJAR CON LOS DEMÁS

 


Por: Johanna Carolina Bula


Trabajar con los demás suele generar diversas reacciones en las personas, estas dependen en gran medida de las experiencias previas que se han tenido, pero también tiene mucho de su estructura de personalidad.

Desde esta orilla sabemos lo difícil que puede resultar generar cohesión, entendimiento, productividad y ni que decir si a esta experiencia queremos agregarle dos componentes como lo son: aumentar el aprendizaje y la felicidad. ¿qué cómo así, qué cómo así, qué cómo fue?

Imagine por un momento que no le incrustaron en la mente que el sufrimiento y que todo lo que nos hace miserables es lo que nos trae aprendizaje y nos hace valorar, imaginándose ese escenario donde no tiene esta idea fija, es más fácil hacer el tránsito que permite valorar los aprendizajes que se dan en la calma, las oportunidades de crecimiento que se dan desde la paz y por supuesto desde conducirnos desde la ética.

¿qué tal si también partimos del concepto que, así como yo, los demás también están haciendo lo mejor que pueden con lo que tienen y con lo que saben? – claro está si sus acciones lo confirman, porque no es empezar a ver espejismos –

Cuando el punto de partida cambia, cambia nuestra percepción de la carrera y la forma de conseguir la meta. Es una analogía que les traigo para que, de una manera vivencial, podamos resignificar el trabajo en equipo.


EL PAPEL AGUANTA TODO, LA GENTE ¡NO!

Cuando se quieren conformar equipos de trabajo - por la necesidad que exista - solemos pasar por alto, que no todas las personas están capacitadas para hacerlo. y no es para nada salido de contexto, más bien es el contexto mayoritario que se vive en las empresas de nuestro país. Ya en alguna oportunidad en mi blog había hablado de “la noción errada de empresa” esas ideas noveleras en las que los jefes llegan en helicóptero, que los empleados son graduados de universidades de prestigio, que realizan labores de crucial importancia para la humanidad, mientras caminan en trajes italianos hechos a la medida, que mueven miles de millones de dólares, con gastos de representación equivalentes a la cuota inicial de una casa y resulta que no es más que una idea novelera. En nuestra realidad, la mayoría de las empresas no son así.

Nuestra realidad habla de empresas pequeñas, con personas con grados de estudio diversos, muchas que no han tenido la oportunidad de ser enseñadas en metodologías distintas a “hacer lo que toca”, lideradas por jefes que hacen con las uñas (no por falta de inteligencia, sino porque tampoco tuvieron acceso a la educación gerencial) – cosas que pasan en nuestras narices y queremos negarlas detrás de teorías que se repiten como discurso, pero que no encuentran eco en sus receptores, porque no se encargan de enseñar desde lo básico, desde la necesidad especifica e ignoran la diversa realidad empresarial de su entorno y lo más preocupante se olvidan de las personas de carne y hueso, que no actúan, ni reaccionan de manera estandarizada.

Esto no es para nada, estar en contra de la preparación y la formación, es totalmente lo opuesto, estamos aquí para enseñar, aprender y buscar maneras de acercar conocimientos, desde la humanización de las practica organizacional a un mayor número de personas. Y si les soy sincera, a través de la educación y el trabajo poder impactar positivamente en el desempeño de quienes en este curso me acompañan. Lo maravilloso de aprender algo nuevo, es que trae beneficios a nivel personal, nos hace sentir valiosos, nos hace crecer y mejora la percepción que tenemos de nosotros mismos.

Por eso, es importante aprender a trabajar en equipo, partiendo de la base que:  el papel aguanta todo, la gente ¡no!, es adaptar lo que nos dice la teoría (que es fundamental) a nuestras necesidades y organización. Manteniendo siempre presente que trabajamos con personas con emociones, necesidades, capacidades diferentes y que esto no es malo, que la homogeneidad debe buscarse en el desempeño de la tarea encomendada, sin que cada individuo tenga que actuar como copia del otro.
Debemos enseñar que el conflicto es parte de las relaciones interpersonales, que no es malo y que no me ubica en posición de enemigo frente al otro. Que pensar diferente puede ser provechoso cuando se usa para tener distintos enfoques, que den como resultado el alcance de los objetivos propuestos. Que no podemos desconocer nuestros recursos y que hay que planificar sabiendo que en cualquier momento hay que echarle mano a la creatividad, porque lo único seguro que tenemos en la vida, es que en cualquier momento todo cambia y esos cambios rara vez consultan nuestro cronograma.


¿CÓMO PASAR DE “UN MAL NECESARIO” A “UNA OPORTUNIDAD DE CRECIMIENTO”?

Desde esta orilla sabemos lo complejo que puede resultar formar equipos de trabajo y que las personas que lo conforman se sientan a gusto y se logren alcanzar los objetivos propuestos, en la mayoría de las circunstancias la conformación de estos equipos se sentirá una imposición y hasta un dolor de cabeza, por eso creo que es conveniente preparar a las personas tanto en la importancia de enseñar a trabajar en equipo, como en la importancia de saber hacerlo.

Una estrategia que suele tener buenos resultados, en esta práctica que llamo “humanizar los procesos organizacionales” es decirles a las personas de manera clara qué se espera de ellas y por supuesto qué se espera del equipo.

Empiece por explicar los beneficios que proporciona el trabajo en equipo y describa la importancia que tienen las oportunidades de crecimiento:

·         Mejora de la sensación de bienestar: Cuando uno se esfuerza por crecer como individuo, puede mejorar su sensación de bienestar. Trabajar activamente para conseguir objetivos y ampliar sus capacidades es una buena sensación. Cuanto más sepa hacer, más autosuficiente será. Esto puede aumentar los sentimientos de felicidad y logro.

·         Mejor rendimiento laboral: Tener un conjunto más amplio de habilidades le permite hacer mejor su trabajo. Por eso es tan importante buscar formas de crecer. Cuando un empleador le ofrece oportunidades de crecimiento, es posible que también se sienta más leal a la empresa y trabaje más. Al ofrecer estas oportunidades, los empresarios aumentan la productividad y reducen las tasas de rotación de personal.

·         Menos estrés y ansiedad: Saber hacer bien su trabajo puede reducir la sensación de estrés y ansiedad. Cuando tienes espacio para crecer, ya no tienes que preocuparte por las barreras en tu carrera. Si buscas nuevas experiencias y oportunidades para desarrollar tus habilidades, puedes sentirte más seguro en tu carrera.

·         Mayor satisfacción en el trabajo: Cuando sientes que estás progresando en tu carrera, tiendes a sentirte mejor sobre dónde estás en la vida. Si acaba de obtener un nuevo ascenso o responsabilidades adicionales en el trabajo, estos logros pueden ayudarle a continuar con el siguiente paso en su carrera.

·         Más autoestima y confianza en sí mismos: Probar cosas nuevas es una forma estupenda de aumentar la confianza en uno mismo. Decirte a ti mismo que eres capaz de todo es una forma de mejorar tu autoestima. (HISTORIA DE LA EMPRESA, s.f.)

Sería importante evaluar el funcionamiento de los equipos de trabajo, es un proceso de mejora constante que trae beneficios personales y colectivos, puesto que nuestras habilidades personales van creciendo con el aprendizaje y la práctica.

Felicitar por el esfuerzo, por las metas conseguidas, por el crecimiento personal contribuye a la sensación de bienestar y refuerza la autopercepción.

Agradecer el compromiso, nos ubica en una posición más humana y nos acerca a generar sinergias entre los miembros.

Una de las realidades empresariales con las que nos vamos a encontrar es que nuestra organización no podrá permitirse no contar con ciertas personas para realizar lo que se necesita y quizá esa selección que se nos indica de acuerdo a afinidad con la tarea va a ser imposible de encontrar (por ser una empresa pequeña o cualquier otro motivo). A veces no nos va a gustar la tarea que se nos ha encomendado, y aquí viene la inteligencia emocional de cada individuo y los compromisos que se asumen en la vida adulta, pues para nadie es un secreto que es imposible “enamorarse” de cuanta labor y causa, pero si es posible poner todo nuestro empeño y conocimiento en hacerla posible.

Habrá personas difíciles, incluso habrá quienes se sientan incomodos de principio a fin con las dinámicas de trabajo en equipo y saben qué: también está bien. Siempre y cuando sus actitudes no resulten en comportamientos tiránicos, agresivos o que dificulten la tarea encomendada. Pero de que aprende algo, aprende algo; de eso estoy segura.

Son varias las maneras que están a nuestro alcance para que eso que se ve como un mal necesario pueda llegar a ser considerado como lo que debería: UNA OPORTUNIDAD DE CRECIMIENTO.


1.    AUMENTO DEL APRENDIZAJE Y LA FELICIDAD

Una de las consecuencias lógicas de las oportunidades de crecimiento es el aumento del aprendizaje, el trabajo en equipo nos hace involucrarnos en las metas de los demás y nos exige un nivel de cumplimiento personal, pues la labor individual, así como puede contribuir, puede afectar.

Plantearnos retos, poner nuestro conocimiento, experiencia, procurar el más óptimo de los desempeños debe estar acompañado de la mejora continua de las destrezas personales, del manejo de las emociones y de comportamientos éticos, pues trabajar con malas personas, no es fácil, de hecho, no es deseable. Procuremos no ser la piedra en el zapato de los demás. En ocasiones, el mayor reto de los equipos de trabajo, no es lograr los objetivos, es lidiar con sus miembros.

La felicidad laboral existe y puede llegar a experimentarse, quiero que recuerdes la sensación de lograr lo que te propones, la sensación que te invade cuando caes en cuenta que en algún aspecto de tu vida eres una mejor persona. También quiero que veas los beneficios en los demás, la mejora en el desempeño del otro. Cuando la relación entre los compañeros se fortalece, sin que esto implique lazos de amistad. Cuando los índices de estrés se reducen, cuando se reconocen los aportes, cuando valoro a los demás y estos me valoran a mí. Esos son ejemplos de cómo se ve la felicidad en los entornos laborales a través de fomentar el trabajo en equipo.

¿Y por qué es un importante para una organización la felicidad? Porque los entornos que logran mayores grados de cohesión, impactan de manera positiva en los individuos. Estos se sienten valorados, empoderados y potencia el crecimiento personal facilitando conseguir las metas y objetivos propuestos.

¿Y en términos económicos por que es importante para una organización la felicidad? Pues porque las personas felices aumentan la productividad.


CURSO VIRTUAL: TRABAJO EN EQUIPO

 https://academiaabellobulalaw.wisboo.com/courses/trabajo-en-equipo-aumentando-el-aprendizaje-y-la-felicidad

Te invito a inscribirte en los cursos virtuales de la Academia virtual Abello Bula 



HISTORIA DE LA EMPRESA. (s.f.). Oportunidades de crecimiento: Qué son y por qué son importantes. Obtenido de https://historiadelaempresa.com/oportunidades-de-crecimiento


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

EL MOBBING O ACOSO MATERNAL

No toda exigencia es acoso, ni tener un jefe difícil es tener un jefe acosador, hay que saber distinguir las situaciones laborales que...